Primer round: el Banco Central vence a Trump

El Sistema de la Reserva Federal [FED] –que reúne a doce bancos centrales federales en los Estados Unidos- decidió a fin de mes pasado a través de su Comité Federal de Mercados Abiertos [FOMC en inglés], dejar plana la herramienta monetaria: tasa de referencia de corto plazo.
Trump y la independencia FED
Ello, en medio de mensajes y críticas así como malos modos o gestos desde la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump –heredero inmobiliario- señaló su deseo alrededor de que la FED ajustará a la baja la herramienta de control monetario del Central de la economía más grande del planeta.
La FED –no obstante- como la mayor parte de bancos centrales, y por mandato constitucional, es independiente a cualquier poder del Estado; por lo que Trump no puede [ni debe] involucrarse en la política monetaria y bancaria de los Estados Unidos.
El dato. TESLA tras la resaca de lo sufrido
“La historia demostró que blindar a los bancos centrales de la dinámica política es una dimensión importante para obtener la estabilidad económica de los pueblos”, dijo Esther L. George, gobernadora de la FED en Kansas City.
Agregando que “El Congreso establece los objetivos de política monetaria para la FED, pero brindándole al Central [estadunidense] independencia para sus objetivos, con un mandato dual de la FED que estimule condiciones económicas que busquen precios estables y un nivel de empleo sostenible”.
“La política monetaria se lleva a cabo mediante un ‘marco’ y no una ‘regla’, lo cual es clave porque la estructura de la economía cambia con el tiempo de formas que pueden ser difíciles de anticipar; la flexibilidad del marco permite al FOMC acomodarse a los nuevos escenarios y fortificar su credibilidad”, dijo.
Roces
En su primer gobierno, el magnate y eventual actor de cameos de películas en los 90, ya había intentado interferir en la política monetaria y bancaria de los Estados Unidos: montándola primero contra Janet Yellen [presidenta de la FED 2014 a 2018] y luego contra –el actual- presidente Jerome Powell [2018 a la fecha].
“Cumpliré mi mandato hasta mayo del 2026”, advirtió Powell en Washington el año pasado.
Con ambos, Yellen y Powell, Trump registró fricciones en el pasado; poniendo en riesgo la estabilidad de precios y con ello incumpliendo –Trump- la Ley y la Constitución.
En mayo del año pasado, un jurado encontró culpable de 34 delitos a Trump, convirtiéndolo en el primer mandatario [en ese entonces, expresidente de Estados Unidos] en ser condenado penalmente aunque con prisión suspendida.
Tasa
El miércoles 29 de enero, tras la reunión del FOMC y en consenso, se anunció que la tasa de referencia de corto plazo se mantendrá en la horquilla de 4,25% a 4,50% como techo.
“La tasa de desempleo es estable y en un nivel bajo en los últimos meses, y las condiciones del mercado laboral continúan siendo sólidas”, señaló Powell en su escrutinio con la prensa económica en Washington aquel día, cuando el FOMC se reunió.
“Esperaremos a más datos de la marcha de la economía para tomar decisiones en el futuro”, agregó –en simultáneo- un lacónico comunicado del Central estadounidense.
Con un empleo fortalecido vía salarios reales con mejor capacidad adquisitiva [no obstante una inflación que terquea], las autoridades monetarias estadounidenses no observan –indican economistas y firmas gestoras de activos- que haya razón para bajar la herramienta en más de dos eventos en el 2025.
El último ajuste de la herramienta ató de 25 básicos [menos] el pasado 18 de diciembre frente a una inflación que porfía en alejarse del rango meta FED de +2,0% para situarse –en diciembre- en +2,9% o cinco décimas más alta que en septiembre, según autoridades estadísticas federales.
“La inflación sigue siendo ‘alta’”, se lee en un comunicado FED.
La siguiente reunión FOMC tendrá lugar el 19 de marzo; el 30 de enero, al día siguiente de la convocatoria FOMC, se reunieron las autoridades del Banco Central Europeo [BCE] y estas acataron un ajuste de 25 básicos menos de una de las tasas BCE; misma que se ubica en 2,90%.
De momento, el barómetro de economistas fija plana la tasa de referencia de corto plazo FED apostando ello en un 92,0% frente a una orilla de economistas cuya apuesta de un recorte de 25 básicos -de la herramienta el 19 de marzo- es del 8,0%.
Una tasa de referencia de corto plazo alta provoca que las tasas de largo plazo cobradas [y pagadas] por los bancos mantengan un rango alto, lo que hace más restrictivo el acceso al mercado de créditos hipotecarios, vehiculares, de consumo, personales, de capital de trabajo, tarjetas de crédito; y con ello, se acota la demanda y el consumo afectando un incremento del sistema de precios leído como inflación.
Incertidumbre: aranceles, migración y política fiscal
La falta de datos alrededor de la política arancelaria, política migratoria y la pretendida reforma fiscal del “trumpeconomics” provoca que los inversionistas decanten por activos refugio como el oro o los bonos.
Al cierre de esta nota, el contrato sobre el oro [GCM3] rompió umbrales psicológicos y cotizó alcista en US$2.900,69 la onza troy [+0,83% interdía]; y el oro al contado [XAU/USD] a US$ 2.873,04 la onza troy [+0,60%]. Y economistas y firmas gestoras de activos recomiendan en ambos casos, “adquisiciones fuertes” sobre el metal noble.
¿Y el dólar? plano, apático, aburrido.
El panorama inflacionario a propósito de los aranceles es un consenso entre los economistas, sean de la doctrina que sea; el horizonte recesivo de una política incompleta y sin viento como las deportaciones sin trazado muestral, lo mismo: no es ni de lejos, una política pública que combata –por ejemplo- la “epidemia” del fentanilo; termina la triada Trump, con un reperfilamiento tributario que –y ya está visto- solo beneficiará a los más ricos.
¿Detener a Donald Trump? complicado; pero la FED –y otros Estados más progresistas y conectados con la realidad sanitaria, educativa, con la crisis de vivienda pública, con la justicia fiscal y la lucha contra las drogas- ya están plantando cara.
Esperemos que así sea.
[FIN].
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