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¿La evidencia de un universo computacional? La teoría de Melvin Vopson


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En la física clásica, la gravedad se percibe como una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, que gobierna la atracción entre objetos con masa. Sin embargo, una nueva teoría propuesta por el físico Melvin M. Vopson en un artículo publicado en la revista AIP Advances propone una perspectiva radicalmente diferente: la gravedad no es una fuerza, sino una consecuencia de que el universo actúe como un gigantesco ordenador que constantemente busca optimizar y comprimir la información.


Esta idea se basa en el segundo principio de la infodinámica, una ley que establece que la entropía de la información de un sistema debe disminuir o permanecer constante, a diferencia de su contraparte termodinámica, que dicta que la entropía física solo puede aumentar. En esencia, los objetos en el universo, como el polvo cósmico, se agrupan en cuerpos más grandes, como planetas, no solo por una fuerza de atracción, sino porque es computacionalmente más eficiente para el universo rastrear y almacenar información sobre un solo objeto grande que sobre millones de partículas dispersas.


1.      Su relevancia científica: un "porqué" de la gravedad


Esta teoría es científicamente relevante porque aborda una de las preguntas más profundas y persistentes de la física: el origen de la gravedad. Aunque las teorías de Newton y Einstein describen con éxito cómo funciona la gravedad, no explican por qué existe. Esta nueva perspectiva, en cambio, la presenta como un mecanismo de optimización o una rutina de compresión de datos a escala cósmica. Al conectar la gravedad con la dinámica de la información, el estudio demuestra cómo se puede derivar la ley de la gravedad de Newton a partir de principios informacionales.


Aunque el concepto de que la gravedad es una fuerza entrópica ha sido propuesto anteriormente por Erik Verlinde, este nuevo estudio introduce una diferencia clave: se basa explícitamente en el segundo principio de la infodinámica y el principio de equivalencia masa-energía-información (M/E/I), elementos ausentes en la formulación de Verlinde. Por lo tanto, esta investigación no solo valida el paradigma de la gravedad entrópica, sino que también lo extiende con un nuevo marco conceptual y metodológico.


2.      Implicaciones filosóficas y la naturaleza de la realidad


Si esta teoría fuera cierta, sus implicaciones irían mucho más allá de la física, llegando al corazón mismo de las preguntas filosóficas sobre la naturaleza de la realidad. La idea de que el universo es un sistema computacional sugiere que las leyes de la física que observamos podrían ser simplemente manifestaciones de un código fuente o conjunto de instrucciones de programación.


Esto nos obliga a reconsiderar lo que significa la realidad. En lugar de un espacio continuo y suave, el universo podría estar "pixelado", compuesto por diminutas "celdas de información" que, al igual que los píxeles en una pantalla de ordenador, almacenan información sobre la materia y su ubicación. Esta perspectiva plantea preguntas profundas sobre el determinismo, la existencia de la voluntad y si nuestra conciencia es una parte intrínseca de esta simulación.


3.      Repercusiones culturales y el concepto de la simulación


La noción de que vivimos en un universo simulado ha capturado la imaginación popular durante años, encontrando un eco en la ciencia ficción y la cultura popular. Películas como The Matrix o Dark City han explorado la idea de que nuestra realidad es una construcción informática. La teoría de la gravedad como un proceso computacional añade una base científica a estas especulaciones, moviendo el concepto del reino de la fantasía al de la posibilidad científica. Ofrece una explicación plausible de por qué las cosas en nuestro universo se comportan de forma tan ordenada y eficiente, con fenómenos como la gravedad que actúan como "rutinas de optimización".


Esta convergencia entre la ciencia y la cultura popular demuestra cómo los grandes avances en nuestra comprensión de la realidad pueden resonar con ideas que ya han arraigado en la conciencia colectiva.


4.      Una nueva perspectiva sobre la complejidad


La teoría de la gravedad como un proceso de optimización computacional también ofrece una nueva forma de pensar sobre la complejidad en el universo. En lugar de ver los sistemas complejos como el resultado de una gran cantidad de interacciones, se sugiere que la naturaleza, a través de la gravedad, busca constantemente reducir la complejidad de la información.


La formación de galaxias, sistemas estelares y planetas, por ejemplo, no es solo un proceso de acumulación de masa, sino un acto fundamental de "compresión de datos cósmicos". Este punto de vista podría incluso ofrecer nuevas pistas sobre la naturaleza de la materia y la energía oscuras, que podrían ser manifestaciones de desequilibrios o ineficiencias en las rutinas de compresión del universo.


5.      Explorando lo desconocido y la frontera de la física


Esta teoría representa un paso audaz en la física fundamental, invitando a una reevaluación de los conceptos más básicos. Al proponer que la gravedad es una consecuencia macroscópica de la dinámica de la información a nivel microscópico, se abre la puerta a nuevas áreas de investigación. Los científicos podrían centrarse en refinar este marco, explorando cómo se aplicaría en contextos relativistas y cuánticos, y buscando posibles validaciones experimentales que demuestren que la información es un componente fundamental de la realidad física.


La idea de que el universo es un universo informacional podría ser el punto de partida para una nueva era en la física, conectando la gravedad con la teoría de la información cuántica de maneras inesperadas.


6.      ¿Implicancias ético-políticas?


A pesar de que el artículo de Vopson no aborda directamente las implicaciones políticas de su teoría, podemos especular sobre ellas basándonos en los fundamentos del concepto del universo como una simulación computacional. Si la realidad es una simulación, esto podría tener consecuencias políticas profundas en varias áreas.


a.      Poder y control

La noción de que las leyes físicas son en realidad un "código fuente" o instrucciones de programación podría cambiar radicalmente nuestra comprensión del poder y el control. Si existe un "programador" o "creador", ¿tendría este la capacidad de alterar las leyes físicas de nuestro universo? Las estructuras de poder políticas podrían buscar, o afirmar haber encontrado, una manera de interactuar con este "código" para obtener ventajas. Esto podría llevar a una carrera global por el control de la información fundamental del universo, similar a la carrera armamentista, o podría ser utilizado como una herramienta para justificar la autoridad, afirmando un "mandato divino" que no proviene de una deidad, sino de un programador supremo.


b.      Gobernanza y derechos


La teoría plantea preguntas existenciales sobre la naturaleza de la conciencia y el libre albedrío en un universo simulado. Si nuestras acciones son simplemente el resultado de un código predeterminado, ¿cómo afecta esto a la responsabilidad individual y al sistema legal? Las implicaciones serían enormes para la jurisprudencia, ya que el concepto de culpabilidad podría desmoronarse. Políticamente, esto podría dar lugar a debates sobre si los "entornos simulados" tienen derechos o si son meros objetos. Si la materia se organiza para minimizar la entropía de la información, ¿sería la gobernanza una forma política de "compresión de datos" para lograr una sociedad más eficiente, aunque a expensas de la libertad individual?


c.       Ética y política global


Si descubriéramos que nuestro universo es una simulación, esto podría generar una crisis de identidad global. ¿Son las fronteras, naciones e ideologías simplemente artefactos del código? El concepto de humanidad podría expandirse o contraerse, y podríamos enfrentar un dilema ético sobre cómo tratar a las inteligencias no biológicas dentro de la simulación. En un escenario extremo, los gobiernos podrían entrar en un pánico colectivo o, por el contrario, unirse en un objetivo común para encontrar al "programador". La cooperación global podría convertirse en una necesidad existencial, o las diferencias políticas existentes podrían intensificarse, llevando a un conflicto por la posesión de cualquier "puerta trasera" o "código de trampas" que se descubra. La revelación podría colapsar las estructuras políticas existentes o ser el catalizador de una nueva era de gobernanza global unificada.


7.      Un llamado a la reflexión y la especulación


En última instancia, si el universo es de hecho un constructo computacional sigue siendo una pregunta abierta y fascinante. Sin embargo, la naturaleza entrópica de la gravedad proporciona una evidencia convincente de que la información no es solo un subproducto de la realidad, sino un componente fundamental de la misma. Esta nueva perspectiva nos invita a especular y reflexionar sobre las implicaciones profundas de un universo donde las leyes físicas se comportan como reglas de un programa informático. A medida que nuestra comprensión del cosmos se expande, también lo hace nuestra capacidad para plantear preguntas más grandes y audaces sobre quiénes somos y qué es el universo.


Referencias


Vopson, M. M. (2025). Is gravity evidence of a computational universe?  AIP Advances, 15(4), 045035. https://doi.org/10.1063/5.0264945 

Vopson, M. M. (2025, 13 de mayo). Could gravity be evidence that the universe is a computer simulation? My new study suggests so. The Conversation. https://theconversation.com/could-gravity-be-evidence-that-the-universe-is-a-computer-simulation-my-new-study-suggests-why-this-might-be-so-255913

 

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