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Inadvertido mes de la libertad de prensa




En marzo de este año el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), un organismo de vigilancia de la libertad de prensa con sede en New York, estableció que Gaza era uno de los lugares más peligrosos para los periodistas en el mundo. La CPJ afirmó que al menos 170 periodistas y colaboradores de medios han muerto en el enclave palestino desde el inicio del conflicto, el 7 octubre de 2023. Por su parte, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) estima que la cifra de hombres y mujeres de prensa caídos en Gaza supera los 200. Todo indica que fueron objetivos premeditados.


A finales de marzo, enfurecidos colonos israelíes golpearon a Hamdan Ballal, codirector del documental ganador del Oscar de este año “No Other Land” (No hay otra tierra), que relata las vicisitudes de los palestinos en la Cisjordania ocupada. En medio de la agresión el ejército israelí detuvo a Ballal acusándolo de ser el agresor y lo dejó libre un día después gracias a la presión internacional.


En el mes de abril, la fotógrafa palestina Fatem Hassona y diez miembros de su familia, incluida su hermana embarazada, fueron asesinados por un ataque con misil de las Fuerzas de Defensa de Israel. Las FDI aseguraron que atacaron estratégicamente a un miembro de Hamas. La muerte de Fatem ocurrió un día después de que se anunciara que el documental “Put Your Soul on Your Hand and Walk (Pon tu alma en tu mano y camina), del que era protagonista, fue seleccionada para ser mostrada en la sección “independiente” del Festival de Cannes.


Cada mes de mayo se conmemora la proclamación del Día Mundial de La Libertad de Prensa instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas y la UNESCO. El evento se instauró en mayo de 1993 y se celebró oficialmente desde 1994, y se basó en la Declaración de Windhoek, un documento elaborado por periodistas africanos en Namibia, en 1991.


La Declaración de Windhoek establece una serie de definiciones y parámetros de acción sobre y para la prensa. El documento reconoce, en primer término, que es fundamental una prensa independiente para mantener la democracia y el desarrollo económico de un país. La Declaración identifica al periodismo independiente como el que no recibe presión política ni económica de los poderes públicos y que tiene la infraestructura básica para producir diarios, revistas y otros productos de información; y advierte que el pluralismo en la prensa se logra con la supresión de todo monopolio que impida una amplia gama de opiniones expresadas desde la sociedad.


En mayo de cada año también se recuerda a los periodistas que han muerto durante el ejercicio de su profesión, y diferentes organismos hacen hincapié en que la obligación de los gobiernos es asegurar el libre ejercicio informativo combatiendo las restricciones que lo imposibilitan. En estas fechas, las redacciones recuerdan el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que establece: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.


La conmemoración de los 32 años del Día Mundial de La Libertad de Prensa llegó en un momento particularmente crítico.


En febrero de 2025 el jefe de Opinión del Washington Post, David Shipley, decidió renunciar a su puesto luego de que el dueño del periódico, el multimillonario Jeff Bezos, decidiera dar un giro a la orientación editorial del medio. Bezos declaró que en adelante el Post daría prioridad a dos pilares institucionales: las libertades personales y el libre mercado, y quienes tengan otros puntos de vista tendrán que publicarlos en otros medios. Esto fue tomado como una defensa ciega del capitalismo por encima de los derechos de opinión de los periodistas.


En abril del año pasado el medio “The Intercept” hizo público un escandaloso memorándum interno del diario “New York Times” que instruía a sus periodistas especializados en la guerra de Israel en Gaza a evitar el uso de las palabras “genocidio”, “limpieza étnica” y “territorio ocupado”. El memorándum también recomendaba no usar el nombre “Palestina”, excepto en casos muy necesarios, y a evitar el término “campamentos de refugiados” para referirse a ciertas zonas palestinas, aunque la misma Naciones Unidas los haya reconocido como tal.


El informe de Reporteros Sin Fronteras, presentado este mayo, es poco alentador para el periodismo mundial. Una de sus principales conclusiones de 2025 es que “El debilitamiento económico de los medios constituye una de las principales amenazas”. Y asegura que “Aunque las agresiones físicas contra los periodistas son el aspecto más visible de la vulneración a la libertad de prensa, las presiones económicas, más insidiosas, también representan un obstáculo de primer orden”.


El informe de RSF de 2025 ubica a Perú en el puesto 130 del clasificador internacional de libertad de prensa, retrocediendo 53 puestos con respecto al 2022, por debajo de Bolivia, Colombia, Argentina o México. Según RSF la libertad de prensa en Perú ha caído por el “efecto del acoso judicial, las campañas de desinformación y las crecientes presiones a los medios independientes”.


Habría que agregar que la gran prensa se autocensura y combate a los medios independientes en nombre del mercado.

 

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