Perú ensamblará armas israelíes: del silencio a la complicidad
- Redacción El Salmón
- 26 jul
- 4 Min. de lectura
Elbit Systems, la firma israelí acusada de lucrar con el genocidio en Gaza, instalará una planta de ensamblaje de armas en Lima.

En medio de crecientes denuncias internacionales por crímenes de guerra y genocidio en Gaza, el Estado peruano, a través de la empresa estatal FAME SAC, ha suscrito un contrato de 60 millones de dólares con la firma israelí Elbit Systems, dedicada a la producción de armamento militar. El acuerdo incluye no solo la adquisición de sistemas de lanzacohetes múltiples (MLRS), sino también la transferencia tecnológica y la fabricación de dicho armamento en territorio peruano.
La firma del contrato posiciona al Perú como centro de ensamblaje regional para esta tecnología militar, en lo que Elbit Systems ha descrito como un paso estratégico para expandir su presencia en América Latina. Según informó la propia empresa, Perú fue elegido tras superar ofertas de China y Turquía, lo que refuerza su posicionamiento como socio privilegiado de la industria militar israelí en la región.
Elbit Systems: empresa bajo escrutinio internacional
La decisión del gobierno peruano ocurre en un momento crítico. Elbit Systems ha sido una de las compañías señaladas en el más reciente informe de la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, titulado “De la economía de ocupación a la economía del genocidio” (julio de 2025). En él se documenta cómo empresas tecnológicas, financieras y armamentísticas israelíes han obtenido enormes beneficios económicos como resultado directo de la destrucción de Gaza, en el contexto de una ofensiva militar que ha dejado decenas de miles de muertos —la mayoría civiles— y una infraestructura colapsada.
Elbit Systems, en particular, es mencionada por haber desarrollado y probado armas en terreno palestino, bajo un patrón que ha sido calificado como "laboratorio de guerra", en el que el armamento israelí se ensaya sobre población civil para luego ser exportado al mundo bajo la etiqueta de “probado en combate”.
La relatora de la ONU: “Este genocidio es lucrativo”
El informe de Albanese sostiene que el genocidio en Gaza no ha sido un “exceso” militar, sino una estrategia sostenida y funcional a intereses económicos y políticos. “Este genocidio continúa porque es lucrativo para muchos”, afirma la relatora. Se señala que más de 60 empresas internacionales —incluidas firmas como Blackrock, Microsoft, Alphabet, Caterpillar y Volvo— han participado de forma directa o indirecta en la cadena de beneficios derivados de la ocupación y exterminio del pueblo palestino.
Francesca Albanese ha solicitado a los Estados miembros de la ONU la ruptura inmediata de relaciones comerciales y militares con estas empresas, así como la imposición de sanciones económicas y el impulso de investigaciones penales por complicidad en crímenes de guerra y genocidio.
Perú, ¿complicidad o indiferencia?
El contrato con Elbit Systems expone al Estado peruano a potenciales acusaciones de complicidad indirecta, dado que los estándares del derecho internacional humanitario —y la propia Convención sobre el Genocidio de 1948— obligan a los Estados no solo a evitar participar activamente en crímenes de lesa humanidad, sino también a prevenirlos y no contribuir a su perpetuación a través de alianzas comerciales.
La relatora ha recordado que este deber recae sobre todos los Estados miembros de Naciones Unidas. “No se puede permanecer neutral frente al genocidio”, enfatizó Albanese durante la reciente reunión del Grupo de La Haya, celebrada en Bogotá, donde se discutieron medidas legales para responsabilizar a Estados y empresas por sus vínculos con el aparato de destrucción en Gaza.
En contraste, el gobierno peruano no ha emitido ninguna declaración pública en relación al informe de la relatora ni ha respondido a los cuestionamientos que organizaciones de derechos humanos ya han comenzado a formular. Tampoco se ha abierto un debate público en el Congreso respecto al contenido y las implicancias del contrato con Elbit Systems.
¿Qué significa producir armas israelíes en Perú?
El sistema adquirido por Perú, denominado PULS (Precise & Universal Launching System), es una plataforma de lanzamiento de cohetes desarrollada por Elbit para atacar objetivos de mediano y largo alcance. Su uso en escenarios de guerra urbana y ataques masivos ha sido documentado en diversas campañas militares de Israel.
La fabricación de estos sistemas en Perú implicará la instalación de líneas de ensamblaje en las plantas de FAME SAC, con asistencia técnica directa de Elbit Systems. Elbit no oculta sus planes de convertir al Perú en una “plataforma de exportación regional” para este tipo de armamento, lo que plantea preguntas de fondo: ¿quién controlará el destino de las armas fabricadas? ¿Qué garantías tiene el Perú de que estas tecnologías no sean luego utilizadas en conflictos regionales o exportadas a otros escenarios de represión?
La alianza del Perú con Elbit Systems no puede ser entendida solo como un acuerdo técnico: implica una posición política y ética en un escenario internacional donde Israel enfrenta denuncias por genocidio, limpieza étnica y apartheid.
La historia juzgará qué Estados decidieron lucrar, callar o colaborar mientras se destruía un pueblo. Perú, de momento, ha optado por abrir su territorio a una empresa clave del engranaje militar israelí, justo cuando las voces del mundo —desde la ONU hasta el movimiento internacional por la justicia— claman por romper con esa lógica de muerte.
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