Los jueces tienen la palabra
- Redacción El Salmón

- 24 ago
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I
En Ayacucho ardía la cal encendida,
los cuerpos se fundieron en su brasa,
el cuartel extendió su sombra homicida
y el terror dictó sentencia sin amenaza.
Hoy pretenden borrar ceniza y rastro,
pero el horno conserva su oscuro claustro.
II
En Putis cavaron tumbas infinitas,
el pueblo vio morir a los suyos en silencio,
la tierra guardó sus voces marchitas
y el Estado ocultó verdades sangrientas.
Hoy dicen “amnistía, empezar de nuevo”,
pero el pueblo no olvida y espera su momento.
III
Mujeres forzadas, cuerpos ultrajados,
el Ejército sembró dolor y miedo,
en Manta y Vilca quedaron marcados
los años que no borrará el olvido ciego.
Si a violadores hoy quieren liberar,
la justicia se vuelve cómplice al callar.
IV
Jueces, recuerden su deber supremo,
la Constitución está sobre el poder extremo.
No dejen que la amnistía unilateral se imponga,
ni que la impunidad sobre la ley se esconda.
Usen el control difuso como escudo
para que el crimen no quede mudo.













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