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Lima, potencia mundial... en endeudarse


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En solo tres años, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), dirigida por el alcalde Rafael López Aliaga, ha incrementado su deuda de manera vertiginosa. A fines de 2022, el pasivo bordeaba los S/ 1,400 millones. Hoy, en julio de 2025, ya supera los S/ 3,300 millones, y con la emisión en curso de nuevos bonos, expertos estiman que el endeudamiento real podría aproximarse peligrosamente a los S/ 4,700 millones. Esta cifra representa más de cuatro veces los ingresos corrientes de la comuna limeña.


Calificación en picada: de “inversión” a “especulativa”


Las consecuencias ya son palpables: agencias como Moody’s han rebajado la calificación crediticia de Lima desde el nivel de “grado de inversión” a “especulativo” (Ba1), debilitando su acceso a mercados de financiamiento y disparando los intereses que debe pagar por sus bonos. El costo de endeudarse ha aumentado precisamente en el peor momento.


Bonos emitidos… pero sin obras


La estrategia central del alcalde fue la emisión de deuda a través de tres bonos consecutivos:


  • S/ 1,205 millones en diciembre de 2023

  • S/ 1,550 millones en 2024

  • Un tercero, en preparación, por S/ 1,300 millones


Pero los fondos no se han traducido en cemento ni asfalto: al menos S/ 1,000 millones siguen sin utilizarse, depositados en cuentas de Scotiabank y BanBif a una tasa de interés promedio de 6 %, mientras que la deuda genera intereses del 10 %. Esa brecha implica pérdidas netas millonarias cada año, que se acumulan mientras la ciudad carece de nuevas obras visibles.


Arbitrajes por peajes: Lima contra Brookfield y las consecuencias de un conflicto mal manejado


Paralelamente, la Municipalidad mantiene un largo enfrentamiento legal con Rutas de Lima, la concesionaria de los peajes en la Panamericana Norte y Sur, actualmente propiedad del fondo canadiense Brookfield. Desde 2017, Lima anuló cobros y congeló tarifas, invocando corrupción y fallas contractuales. La respuesta fue una serie de arbitrajes internacionales que hoy comprometen seriamente las finanzas de la ciudad.


Hasta ahora, Lima ha perdido tres juicios clave:


  • 2020: un tribunal ordenó pagar S/ 230 millones por el peaje de Puente Piedra.

  • 2020 y 2022: dos laudos arbitrales favorables a Rutas de Lima, con una obligación de pago de US$ 68 millones más intereses y una segunda compensación de US$ 7,2 millones.

  • Junio de 2025: la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia (EE.UU.) ratificó los fallos previos y desestimó las acusaciones de corrupción por presuntos vínculos con Odebrecht.


La ciudad deberá desembolsar cerca de US$ 200 millones, y no hay garantía de que sea el último fallo adverso.


Un arbitraje por US$ 2,700 millones: la bomba de tiempo del caso Brookfield


El conflicto escaló aún más en marzo de 2025, cuando Brookfield presentó un nuevo arbitraje ante el CIADI, el tribunal del Banco Mundial, exigiendo US$ 2,700 millones por presunta expropiación indirecta de sus activos en Lima. De perderse este arbitraje, las consecuencias serían devastadoras: la deuda municipal se multiplicaría y podrían comprometerse recursos públicos durante décadas.


Asesorías legales millonarias… sin resultados


Pese a lo crítico de los litigios, la Municipalidad ha gastado más de S/ 45 millones en asesorías legales durante 2024-2025, contratando estudios de alto perfil como Boies Schiller Flexner LLP y Foley Hoag. Este último cobró más de US$ 9 millones antes de ser reemplazado por posibles conflictos de interés. A pesar de estos desembolsos, la comuna no ha ganado ningún caso relevante hasta la fecha.


Austeridad prometida, derroche ejecutado


López Aliaga llegó al poder con un discurso enfático de austeridad. No obstante, su administración ha protagonizado el mayor ciclo de endeudamiento de la historia de Lima, ha elevado el gasto en asesorías y ha paralizado la inversión en obras.


El Ministerio de Economía y Finanzas ha lanzado advertencias: la deuda limeña se acerca a niveles de alto riesgo, y la baja ejecución de proyectos amenaza con socavar cualquier justificación técnica o social del endeudamiento.


¿Y ahora qué? El futuro en juego


La Municipalidad enfrenta tres grandes desafíos en el corto plazo:

  1. Económico: el deterioro de los servicios públicos como limpieza, transporte y seguridad.

  2. Financiero: mayor dificultad para acceder a crédito y aumento de tasas de interés.

  3. Legal: una posible condena por el caso Brookfield que superaría todo el presupuesto de Lima por varios años.


La ciudad está al borde de una crisis fiscal y política sin precedentes. El gobierno de Rafael López Aliaga ha llevado a Lima a una encrucijada peligrosa. Con una deuda desbordada, fallos judiciales adversos y promesas incumplidas de austeridad y eficiencia, la capital se encuentra atrapada entre la improvisación financiera y el riesgo legal internacional.


Si no se toman medidas urgentes —como frenar el endeudamiento, ejecutar efectivamente el presupuesto de inversión y replantear la defensa jurídica— el costo lo pagarán no solo esta administración, sino los limeños durante generaciones.

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