Las 11 batallas de Francisco contra el abuso y la opresión
- Redacción El Salmón
- 21 abr
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Actualizado: 23 abr

El Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, asumió el papado en marzo de 2013 con una misión clara: transformar la Iglesia Católica, devolverle su esencia de cercanía con los más necesitados y ser un referente de justicia social, paz y misericordia. Desde entonces, ha protagonizado una serie de batallas que no solo han tocado los cimientos de la Iglesia, sino que también han impactado en la política, la economía y los movimientos sociales a nivel mundial.
1. La lucha contra el abuso sexual dentro de la Iglesia
Una de las batallas más duras que ha enfrentado el Papa Francisco desde su ascenso al papado es la lucha contra los abusos sexuales cometidos por miembros del clero, una crisis que ha afectado profundamente a la Iglesia Católica en las últimas décadas. Francisco ha reconocido el daño causado por estos abusos y ha tomado medidas enérgicas para reformar la manera en que la Iglesia maneja estos casos.
En 2014, creó la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, con el objetivo de desarrollar políticas y protocolos más estrictos para proteger a los niños y adultos vulnerables dentro de las comunidades católicas. Además, en 2018, convocó una cumbre histórica en el Vaticano con obispos de todo el mundo para abordar este tema de manera integral. Francisco ha pedido perdón públicamente por los abusos y ha tomado decisiones que han afectado a numerosos obispos y cardenales, mostrando que ningún miembro del clero está por encima de la ley de la Iglesia.
2. La reforma del Vaticano y la lucha contra la corrupción
Desde su llegada al papado, Francisco emprendió una ardua batalla contra la corrupción que ha marcado al Vaticano durante años. En el centro de esta reforma se encuentra la necesidad de un manejo financiero más transparente y justo dentro de la Santa Sede. En 2013, estableció la Secretaría para la Economía y nombró al cardenal australiano George Pell para liderar la nueva estructura, con el fin de revisar los activos y las finanzas del Vaticano.
Sin embargo, la lucha contra la corrupción no ha sido fácil. Enfrentó resistencia tanto dentro de la Curia Romana como fuera de ella, ya que muchos consideraban que sus reformas representaban una amenaza para los intereses personales y los círculos de poder. En 2017, la figura de Pell se vio envuelta en un escándalo por denuncias de abuso sexual a menores, lo que culminó en su condena en 2020, a pesar de haber sido uno de los principales colaboradores de Francisco en la reforma financiera. Este caso destacó la dificultad de erradicar la corrupción no solo financiera, sino también moral dentro de la Iglesia. A pesar de los desafíos, el Papa Francisco siguió luchando por una mayor transparencia y por la erradicación de los abusos financieros y sexuales, con énfasis en los principios de justicia y solidaridad.
3. Defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático
Una de las batallas más simbólicas y globales del Papa Francisco ha sido su defensa del medio ambiente, especialmente en la lucha contra el cambio climático. En 2015, emitió la encíclica Laudato si', un llamado urgente a la acción global para proteger la casa común, la Tierra. En ella, el Papa criticó la explotación desenfrenada de los recursos naturales, la indiferencia hacia la pobreza y la desigualdad, y la falta de un verdadero compromiso con el cuidado del medio ambiente.
Francisco ha instado a los gobiernos, las empresas y los individuos a tomar medidas concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, preservar los ecosistemas y poner fin a la destrucción de los hábitats naturales. Su mensaje ha resonado en el ámbito global, y ha sido un ferviente defensor de los acuerdos internacionales sobre cambio climático, como el Acuerdo de París. Su lucha ambiental se convirtió en uno de los pilares de su papado.
En contra de la cadena perpetua
El Papa Francisco ha sido un firme crítico de la cadena perpetua, considerando que su aplicación es incompatible con la enseñanza cristiana sobre la dignidad humana y la capacidad de redención. En 2018, el Papa calificó la cadena perpetua como "una pena de muerte encubierta", señalando que no puede existir un castigo que cierre la puerta a la esperanza de rehabilitación y arrepentimiento. Durante su pontificado, Francisco ha reiterado en diversas ocasiones que, aunque el crimen debe ser castigado, la Iglesia aboga por un sistema judicial que ofrezca la posibilidad de reintegración a la sociedad. Este enfoque está en consonancia con su enfoque general sobre la misericordia, la reconciliación y la importancia de la segunda oportunidad, valores fundamentales en la doctrina cristiana. El Papa también ha alentado a los países a revisar sus políticas penitenciarias y a eliminar la cadena perpetua, buscando una justicia restaurativa que promueva la rehabilitación en lugar de la venganza.
5. Abogacía por los migrantes y los refugiados
Otro de los grandes frentes de lucha del Papa Francisco ha sido la defensa de los migrantes y refugiados, quienes, en muchas partes del mundo, enfrentan situaciones de violencia, pobreza y exclusión. Desde el inicio de su pontificado, Francisco ha sido una voz constante a favor de los derechos de los inmigrantes, solicitando un trato más humanitario y justo hacia aquellos que huyen de la guerra, la persecución o la pobreza extrema.
En 2016, creó un programa en el Vaticano que acogió a 12 refugiados en una muestra simbólica de solidaridad. En sus discursos y viajes internacionales, ha insistido en la necesidad de que los países desarrollados abran sus puertas a los migrantes y refugiados, y ha criticado las políticas que los rechazan o los criminalizan. En este sentido, el Papa instó a las naciones a fomentar una cultura de acogida, inclusión y respeto mutuo.
6. El diálogo interreligioso y la lucha por la paz
La promoción del diálogo interreligioso ha sido otro aspecto fundamental del papado de Francisco. A lo largo de su pontificado, ha buscado tender puentes entre las diferentes religiones, en particular el cristianismo, el islam y el judaísmo. Un ejemplo de esto es su histórica visita a Egipto en 2017, donde se reunió con el líder de la comunidad musulmana sunnita, el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad el-Tayyeb, con el objetivo de promover la paz y la tolerancia religiosa.
Asimismo, en 2019, firmó un acuerdo histórico con el líder musulmán Ahmad el-Tayyeb sobre la fraternidad humana, que buscaba promover la paz mundial y la convivencia entre religiones. Esta batalla por la paz y la unidad religiosa ha sido una constante en el pontificado de Francisco, quien ha instado a líderes religiosos y políticos a superar las divisiones y los conflictos en nombre del bien común.
7. Reforma en la Iglesia y la lucha contra el clericalismo
A lo largo de su papado, emprendió una batalla interna en la Iglesia para superar el clericalismo y devolverle el protagonismo a los laicos y las mujeres en las decisiones eclesiales. A través de diversas iniciativas, como la creación de un Consejo de Cardenales que asesora en la reforma de la Curia Romana, Francisco ha buscado que la Iglesia sea más inclusiva y menos jerárquica.
Uno de los aspectos más discutidos de su papado ha sido su postura sobre el rol de las mujeres en la Iglesia. Si bien ha sido criticado por no permitir el sacerdocio femenino, ha destacado el valor y la dignidad de las mujeres dentro de la comunidad católica, proponiendo una mayor participación de las mujeres en los cargos de liderazgo y toma de decisiones.
8. La reivindicación de la Teología de la Liberación
El Papa Francisco también hizo una defensa explícita de la Teología de la Liberación, un enfoque teológico que nació en América Latina en la década de 1960 y que se centró en la opción preferencial por los pobres y en la crítica a las estructuras de poder injustas. En 2013, en un gesto de reconciliación con este movimiento, Francisco reconoció públicamente la labor del Padre Gustavo Gutiérrez, uno de los principales exponentes de la Teología de la Liberación, y destacó la importancia de su trabajo. Esta postura marcó un cambio significativo respecto a la actitud de la Iglesia bajo papas anteriores, que habían sido más críticos con este enfoque debido a su cercanía con movimientos políticos de izquierda. La reivindicación de la Teología de la Liberación es parte del compromiso de Francisco con los más pobres y excluidos.
9. La canonización de Monseñor Óscar Romero
Uno de los momentos más significativos del papado de Francisco fue la canonización de Monseñor Óscar Romero, un defensor de los derechos humanos en El Salvador que fue asesinado en 1980 mientras celebraba misa. Romero fue conocido por su lucha contra las injusticias sociales y la violencia en su país. En 2018, el Papa Francisco declaró a Romero santo, un reconocimiento que fue ampliamente celebrado por aquellos que consideran al arzobispo mártir un símbolo de la lucha por la justicia.
10. Castigo a figuras polémicas como Cipriani y la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana
El Papa Francisco también ha tenido que lidiar con figuras controvertidas dentro de la Iglesia, como el cardenal Juan Luis Cipriani, ex arzobispo de Lima, quien fue criticado por su cercanía con el poder político y por la falta de acción frente a los casos de abuso sexual en la Iglesia peruana. De igual manera, Francisco ha tomado medidas disciplinarias contra otras figuras dentro de la Iglesia, como el caso de los líderes del Sodalicio de Vida Cristiana, una congregación católica peruana que estuvo involucrada en varios escándalos de abuso y corrupción. El Papa ha promovido la disolución de la congregación y ordenó que se revisaran los casos de abuso en la organización.
11. Crítica al capitalismo salvaje
Uno de los aspectos más destacados de las críticas sociales del Papa Francisco ha sido su rechazo al "capitalismo salvaje", un modelo económico que considera injusto y que perpetúa la desigualdad y la explotación. En diversas ocasiones, el Papa ha denunciado las políticas neoliberales y la concentración de la riqueza en manos de pocos, subrayando que el sistema económico actual favorece a los poderosos y deja atrás a los más pobres. En su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (2013), Francisco dijo que el "sistema económico mundial es injusto", y enfatizó que un mundo gobernado por el capitalismo no puede generar una verdadera paz social.
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