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¿Qué se trae el Imperio en el Canal de Panamá? Cinco claves para entenderlo




El Canal de Panamá ha sido un punto clave en la historia geopolítica y económica mundial, representando no solo una vía crucial para el comercio internacional, sino también un símbolo de la soberanía de Panamá. Desde su transferencia a Panamá en 1999, tras más de 80 años bajo control estadounidense, el canal ha contribuido significativamente al desarrollo económico del país. Sin embargo, la postura de Donald Trump, quien ha calificado la transferencia como un "error monumental" y ha criticado las tarifas del canal, ha reavivado las tensiones sobre su soberanía.


  1. La historia de la transferencia de soberanía a Panamá


    El Canal de Panamá, que estuvo bajo control estadounidense desde su inauguración en 1914, fue finalmente transferido a Panamá en 1999. Esta decisión, producto de los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977, fue un acto simbólico y real de recuperación de la soberanía panameña, que después de más de 80 años de dominio estadounidense, volvió a controlar este activo estratégico. El proceso de devolución no solo fue una reivindicación histórica para Panamá, sino también un cumplimiento de los acuerdos internacionales que definieron el futuro del canal. No obstante, Trump, al calificar esta transferencia como un "error monumental", descalifica un acuerdo de enorme peso para la región, y minimiza el derecho soberano de Panamá sobre su propio territorio.


  2. El Canal como una fuente clave de ingresos para Panamá


    El Canal de Panamá sigue siendo una fuente de ingresos fundamental para el país, generando en 2024 más de 3.4 mil millones de dólares, lo que representa un porcentaje significativo del Producto Interno Bruto de Panamá. El Canal de Panamá es una vía interoceánica de aproximadamente 80 kilómetros que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, facilitando el tránsito de buques entre ambos. Según datos de la Autoridad del Canal de Panamá, por esta ruta transita cerca del 3% del comercio marítimo global.  Sin embargo, otras fuentes, como el Banco Interamericano de Desarrollo, indican que el Canal es el punto focal del transporte asociado al 6% del comercio mundial. Las tarifas que se cobran a los barcos que transitan por el canal son determinadas por una estructura transparente y consensuada, que no solo beneficia a Panamá, sino que también favorece el comercio global. Las críticas de Trump, acusando a Panamá de cobrar tarifas "exorbitantes", ignoran la realidad de la gestión responsable que la Autoridad del Canal de Panamá ha implementado, cumpliendo con contratos internacionales y contribuyendo al desarrollo económico del país.


  3. El rol de China y las preocupaciones de Estados Unidos


    Desde 2012, China ha incrementado significativamente sus inversiones en América Latina, con Panamá siendo uno de los puntos clave de su estrategia. En 2017, Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán para reconocer a la República Popular China, lo que facilitó la firma de acuerdos bilaterales para proyectos de infraestructura, como puertos y conexiones ferroviarias. Este acercamiento ha generado inquietud en Washington, especialmente durante la presidencia de Trump, quien ha sugerido que la creciente influencia china en la región podría poner en peligro la soberanía de Panamá sobre el Canal, afirmando que este podría "caer en manos equivocadas". Sin embargo, estas preocupaciones carecen de fundamento, ya que, aunque China ha invertido en infraestructuras clave como el puerto de la Bahía de Panamá, el control del canal sigue siendo completamente panameño. Las críticas de Trump parecen estar basadas en un temor infundado, exacerbado por la presencia de China en la región, pero que no afecta la soberanía de Panamá ni el manejo de este vital recurso.


  4. Trump y su postura sobre el Canal: un enfoque retrógrado


    Las críticas de Trump hacia el Canal de Panamá no son nuevas. Durante su campaña de 2016, ya mostró su descontento por la devolución del canal a Panamá. En 2024, retomó el tema, acusando a Panamá de aprovecharse de las relaciones comerciales. Sin embargo, el canal sigue siendo gestionado de manera efectiva por Panamá, lo que refleja un modelo de éxito en la gestión de recursos estratégicos. A lo largo de los años, la infraestructura se ha mantenido moderna y eficiente, lo que permite un flujo constante de comercio internacional. Además, el canal ha jugado un papel clave en la diversificación de la economía de Panamá, abriendo oportunidades de desarrollo en sectores como el transporte, la logística y la tecnología.


  5. Escenarios posibles para el Canal de Panamá bajo la administración de Trump


    Si Trump persiste en su postura sobre el canal, las tensiones podrían escalar rápidamente. Estados Unidos podría intensificar las presiones diplomáticas sobre Panamá, exigiendo cambios en las tarifas y condiciones del canal, desafiando la soberanía de Panamá. Aunque la soberanía de Panamá está protegida por acuerdos internacionales, la constante amenaza de Trump podría generar incertidumbre y afectar las relaciones entre ambos países. En un escenario más alarmante, la creciente influencia de China en la región podría ser vista como una amenaza por Estados Unidos, lo que podría llevar a nuevas iniciativas diplomáticas o incluso acciones de seguridad para intentar recuperar el control estratégico sobre el canal. Aunque Panamá mantiene la soberanía, las maniobras de Estados Unidos podrían provocar un clima de tensión constante, con el riesgo de que se cuestionen sus derechos sobre el canal.



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