top of page
Foto del escritorRedacción El Salmón

Exguerrillero José Mujica venció el estigma y venció en elecciones presidenciales uruguayas




Montevideo, Uruguay, 29 de noviembre de 2009 – En una elección histórica marcada por la polarización, José Mujica, exguerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), ha sido elegido presidente de Uruguay al derrotar al candidato del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, en la segunda vuelta electoral. Con un 50,12 % de los votos, Mujica logra consolidar al Frente Amplio como la fuerza política dominante en el país sudamericano.


A lo largo de la campaña, Mujica enfrentó constantes ataques de la oposición, que buscó desacreditar su candidatura recordando su pasado como guerrillero. El MLN-Tupamaros, al que Mujica perteneció en los años 60 y 70, fue una organización insurgente que llevó a cabo secuestros, robos y atentados en su lucha contra el régimen autoritario de la época. Por ello, sectores conservadores y sus adversarios políticos lo calificaron reiteradamente como "terrorista".


Luis Alberto Lacalle y otras figuras del Partido Nacional centraron gran parte de su estrategia en revivir los episodios más violentos de la guerrilla, afirmando que Mujica representaba una amenaza para la democracia y el orden público. Algunos medios de comunicación afines a la oposición también intensificaron la retórica, sugiriendo que su elección podría llevar al país hacia un gobierno autoritario de izquierda, comparándolo con figuras como Hugo Chávez en Venezuela.


La respuesta de Mujica


Lejos de esquivar las acusaciones, Mujica abordó su pasado con franqueza, admitiendo los errores de la lucha armada, pero defendiendo el contexto histórico que llevó al surgimiento de los Tupamaros. Durante la campaña, Mujica se mostró como un político dispuesto a reconciliarse con el pasado, apostando por una agenda centrada en la justicia social, la inclusión y el fortalecimiento de las instituciones democráticas. Su vida austera, su lenguaje sencillo y su cercanía con la gente común le permitieron conectar con un amplio sector de la población, especialmente con los jóvenes y los sectores rurales.


Nacido en Montevideo en 1935, José Mujica no tuvo una vida fácil. Su adolescencia transcurrió en una familia de clase trabajadora, donde experimentó las desigualdades que lo llevaron, en su juventud, a unirse al MLN-Tupamaros, un movimiento guerrillero que surgió a finales de los años 60 como respuesta a la creciente represión y desigualdad en Uruguay.


Inspirado en la Revolución Cubana y en líderes como Che Guevara, Mujica y los Tupamaros llevaron a cabo una serie de acciones armadas: robos a bancos para financiar su causa, secuestros de figuras políticas y ataques contra las fuerzas de seguridad. Durante estos años, el MLN-T desafió al Estado uruguayo, convirtiéndose en uno de los movimientos insurgentes más activos de América Latina.

Sin embargo, la represión no tardó en llegar. En 1970, Mujica fue capturado tras un violento enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Pasó 13 años en prisión, muchos de ellos en condiciones infrahumanas, aislado en pequeñas celdas subterráneas, donde la luz del sol era un lujo inexistente. El propio Mujica ha relatado en diversas entrevistas que pasó largos periodos sin contacto humano, soportando la tortura física y psicológica.


Un desafío para el futuro


Con su elección, Mujica se convierte en un símbolo de reconciliación nacional en Uruguay. Sin embargo, el desafío que enfrentará es grande: deberá gobernar un país dividido, donde una parte de la sociedad aún desconfía de su liderazgo debido a su pasado insurgente.


A pesar de las críticas, Mujica ha insistido en que su gobierno será un ejemplo de respeto a la democracia y las libertades individuales. Su victoria representa una nueva oportunidad para demostrar que, incluso quienes alguna vez fueron considerados enemigos del Estado, pueden convertirse en líderes democráticos comprometidos con el bienestar de su pueblo.


Con Mujica en la presidencia, Uruguay inicia un nuevo capítulo político, donde el diálogo entre pasado y presente será fundamental para construir un futuro más justo e inclusivo.

Comments


Noticias

bottom of page