El FBI asesina a Fred Hampton, líder de los Panteras Negras, en Chicago
Chicago, EE.UU., 4 de diciembre de 1969 – En un trágico episodio que resuena en la historia de la resistencia afroamericana, Fred Hampton, destacado líder del Partido Pantera Negra (Black Panther Party) en Illinois, ha sido asesinado esta madrugada durante un allanamiento violento realizado por el FBI y la policía de Chicago.
Hampton, de solo 21 años, era una figura emergente en la lucha por los derechos civiles y la igualdad racial en Estados Unidos. Desde muy joven, había demostrado un liderazgo carismático, organizando programas sociales en los barrios marginales de Chicago, incluida la iniciativa "Desayunos gratis para niños", que brindaba alimentos a cientos de niños afroamericanos de bajos recursos.
Un ataque premeditado
El operativo se llevó a cabo en el apartamento donde Hampton residía junto con su pareja, Deborah Johnson, quien está embarazada de su primer hijo. Testigos informan que alrededor de las 4:30 a. m., un equipo de 14 policías irrumpió en el lugar, disparando más de 90 balas en lo que se ha descrito como una ejecución extrajudicial. Hampton fue encontrado muerto en su cama, mientras que Mark Clark, otro miembro de los Panteras Negras, también perdió la vida en el ataque.
Según informes preliminares, los agentes afirmaron que fueron recibidos con disparos al ingresar al apartamento, pero las pruebas forenses indican que la mayoría de los disparos provinieron de las armas de la policía, lo que genera dudas sobre la versión oficial.
Repudio internacional y acusaciones de represión estatal
La comunidad afroamericana y organizaciones de derechos civiles han condenado el operativo como un asesinato político orquestado por el programa COINTELPRO del FBI, diseñado para desmantelar grupos radicales que desafiaban el status quo. Bobby Rush, cofundador de la filial de Illinois de los Panteras Negras, ha denunciado el hecho como parte de una estrategia gubernamental para reprimir a los movimientos de liberación negra.
“El asesinato de Fred Hampton es una clara muestra de cómo el gobierno está dispuesto a silenciar a quienes luchan por la justicia y la equidad”, declaró Rush en una rueda de prensa. “Pero su legado no será olvidado. Fred era un visionario que entendía que el poder del pueblo radica en la unidad”.
El legado de Hampton
Hampton no solo abogaba por los derechos de los afroamericanos, sino que también buscaba construir alianzas con otros grupos marginados, como latinos, indígenas y blancos pobres, a través de la "Coalición Arcoíris". Su asesinato deja un vacío en el liderazgo comunitario, pero su mensaje de resistencia y solidaridad sigue vivo entre sus seguidores.
A medida que avanza la investigación, organizaciones de derechos humanos han exigido una investigación independiente para esclarecer los hechos. Mientras tanto, Chicago se encuentra en estado de conmoción, con protestas en las calles y llamados a la justicia por la muerte de un líder cuya lucha por la igualdad racial se ha convertido en un símbolo de resistencia frente a la opresión.
Este evento se suma a una larga lista de incidentes que evidencian la represión estatal contra los movimientos de justicia social en Estados Unidos, recordando que la lucha por la equidad racial continúa más vigente que nunca.
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